Las migraciones germánicas

Las migraciones germánicas o invasiones bárbaras son el éxodo de estos pueblos «bárbaros» provenientes de la Europa Oriental y Asia desde el siglo III d.C hasta el siglo VII. Esta fue una de las causas del declive y caída del Imperio Romano de Occidente.

A partir del siglo II empiezan a llegar a las fronteras o «limes» del Imperio Romano una serie de puebles de origen germánico. Recordemos que para los romanos todos estos pueblos eran barbaros y solo existían dos clases: los germánicos y los orientales, agrupando dentro de estos a una serie de pueblos de muy distinta clase.

Estas primeras migraciones son tranquilas, asentándose muchos de estos pueblos en las fronteras y llegando acuerdos con Roma. Algunos de estos pueblos entraban a formar parte del propio Imperio haciéndose protectores de las propias fronteras. Esta adopción hizo que los ejércitos antiguamente compuestos por ciudadanos romanos con tropas auxiliarles fuera migrando ha convertirse en un heterogéneo grupo de los distintos pueblos.

Las invasiones bárbaras

Estas migraciones escalonadas que el Imperio podía absorber a lo largo de los años y siglos cambia al aparecer un nuevo pueblo, los hunos. Los hunos eran formidables guerreros provenientes de las estepas de Asia que vivían a lomos de su caballo. Nómadas, tenían una increíble movilidad y empujan a todos los pueblos bárbaros que cohabitaban en la zona hacia el interior del Imperio provocando grandes oleadas migratorias de los pueblos germánicos.

Estos pueblos mal llamados germánicos ya que eran de muy distinto origen son:

Los godos

Los Godos son un pueblo procedente de Escandinavia que ya había migrado a la zona continental y bajado desde la actual Alemania hasta Hungría y cerca del mar Negro. Este pueblo se divide en dos:

Los ostrogodos que se quedaron en la zona hasta la llegada de los Hunos. Posteriormente se asientan en el norte de la península Itálica donde se asientan hasta que son absorbidos por el Imperio Bizantino en el año 562.

Los visigodos que empiezan a migrar hacia Occidente al mando de su afamado líder Alarico haciendo una gran «Anábasis» por gran parte del Imperio Romano. Bajaron desde la zona de Panonia (actual Hungría) hasta Grecia entrando en la península del Peloponeso. Llegándose a hacer «foderati» (aliados) del Imperio y accediendo a la propia Península Itálica al verse traicionados saquean Roma en el año 410. Posteriormente una vez muerto Alarico y al mando de Ataulfo migran a la Galia, donde funda el Reino visigodo de Tolosa con territorios en la Galia y el norte de Hispania. Años después con el empuje Franco van asentándose por casi toda la península Ibérica. Allí se asientan durante siglos hasta la llegada de un nuevo poder que acaba con dominio de este pueblo, los musulmanes.

Los longobardos

Los longobardos asentados en Panonia (Hungría) como foederati en el s. VI, tras la caída ostrogoda (bajo Bizancio), los bizantinos no opusieron resistencia a la expansión de los longobardos. Estos aprovechan el vacío de poder que encontraron y fundaron los ducados de Espoleto y Benevento.

La heptarquía anglosajona

Tras la retirada de los romanos de las islas británicas se producen el desplazamientos de las tribus asentadas en la zona belga/danesa, los anglos, jutos y sajones. Se asientan en la zona sur y central de la actual Inglaterra expulsando a los celtas romanizados que vivían allí. Estos «britanos o bretones» migran a su vez a la zona de la actual Bretaña francesa, de ahí su actual nombre.

Las nuevas tribus forman 7 reinos: Sussex, Essex, Wessex (sajones), Northumbria, Anglia del Este, Mercia (anglos) y Kent (jutos). Los jutos pronto son absorbidos por los sajones quedando solo los anglos y sajones.

Francos

Los francos son unos de los pocos pueblos que permanecen en contacto de su tierra de origen ya que su migración más cercana hasta las Galias. Allí se asientan y consiguen una gran expansión con Clodoveo, siendo éste el primer rey bárbaro que se convierte al cristianismo consiguiendo así una pronto integración con los galorromanos que ya estaban cristianizados. Sus descendientes derrotaron a los burgundios, alamanes y turingios creando así el reino bárbaro más poderoso.

Vándalos, alanos y suevos

La presión de los hunos obligó a los alanos a desplazarse hacia las llanuras de Hungría donde se asentaban
los vándalos. Recorren y asolaron la Galia, desprovista de tropas imperiales desde que Estilicón se las llevó hacia Italia para repeler el ataque de Alarico en el 401. Tras un lento avance por la Galia desplazándose con mujeres, niños y ganado) y marchan a Hispania, atravesando los Pirineos en el otoño del 409.

Estos pueblos junto a los suevos llegan a un acuerdo con los representantes del emperador en el 411. Los suevos y
vándalos se establecieron en Galicia y Norte de Portugal, los alanos en la Lusitania y la Cartaginense, y los vándalos
silingos en la Bética (actual Andalucía). El incumplimiento del pacto de estos pueblos y los numerosos saqueos hizo que el Imperio encargara al Rey Visigodo, Valia, que sometiera a dichos pueblos. Los vándalos y alanos, se apoderaron de la Bética y tras aprender técnicas náuticas, invadieron las Baleares. Al mando de Genserico, cruzaron el Estrecho de Gibraltar iniciando la conquista de África con 70.000 efectivos.

Mediante un foedus en el 435, Genérico entró al servicio del Imperio, estableciéndose en Numidia. Este rompió el pacto y conquistó Cartago, Sicilia y Cerdeña. Finalmente, los Vándalos son absorbidos por el reino Bizantino con Justiniano en el periodo de su máximo esplendor.

Fin del Imperio Romano de Occidente

Todas estas migraciones, así como otras causas de carácter económico dan con el fin del Imperio Romano de Occidente en el año 476 tras la toma de Roma por Odoacro. Éste tras tomarla decide no poner a otro emperador en el poder como había pasado anteriormente mandando las insignias imperiales al emperador oriental en Constantinopla. Con este gesto se da por finalizado el Imperio Romano (de Occidente), este hecho se toma como referencia como el fin de la Edad Antigua y el Inicio de la Edad Media, una edad oscura de vuelta atrás en Europa.

El Imperio de Oriente sigue existiendo, convirtiéndose en el llamado Imperio Bizantino, que durará mil años más a lo largo de toda la Edad Media.

Autor entrada: ander

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